Las varices están asociadas a una insuficiencia circulatoria: son venas superficiales dilatadas por un estancamiento de sangre. La causa más frecuente es el factor hereditario, aunque también influyen el sobrepeso, el embarazo, el tabaquismo, los tratamientos hormonales o pasar muchas horas de pie o sentado.
Además del componente estético, las varices pueden provocar pesadez, hormigueo, cansancio, picor e incluso dolor, sobre todo con el calor o en el caso de las mujeres durante el síndrome premenstrual.
Como prevenir su aparición:
Aunque la predisposición genética no se puede evitar, sí es posible reducir el riesgo con una buena alimentación y estilo de vida:Mantener una dieta mediterránea rica en frutas y verduras.
Evitar el estreñimiento, que dificulta el retorno venoso.
Consumir castaño de indias, que mejora la calidad de la pared venosa.
Controlar el peso para no sobrecargar las venas.
Beber abundante agua y practicar ejercicio moderado.
Tratamientos personalizados para su eliminación
Los profesionales de la Clínica Menorca nos ofrecen la técnica adecuada dependiente del tipo de varices que tengamos
LÁSER VASCULAR: la solución para las varices más pequeñas
Ideal para las llamadas arañas vasculares o telangiectasias, tanto en piernas como en rostro.
El láser vascular actúa “quemando” selectivamente los vasitos que forman la lesión sin dañar los tejidos adyacentes. Es un tratamiento indoloro, no requiere anestesia y suele necesitar entre 4 y 6 sesiones espaciadas 20 días. El cuerpo elimina naturalmente los restos tratados, aclarando la piel y mejorando su aspecto.
MICROESPUMA: el tratamiento estrella para varices medianas y grandes
El tratamiento de varices mediante Oclusión Iatrogénica Selectiva consiste en inyectar una microespuma especial que necrosa la variz, sin necesidad de anestesia, quirófano ni hospitalización.
“El paciente puede marcharse por su propio pie y retomar su vida habitual de inmediato, tan solo llevando una media de compresión durante una o dos semanas”, explica el Dr. Javier Rangel, flebólogo de Clínica Menorca.
La microespuma es eficaz para eliminar cualquier tipo de variz, que luego el propio organismo metaboliza y absorbe.
ENDOLÁSER: la revolución endovascular
Se realiza con anestesia local y sedación endovenosa. Consiste en introducir una fibra óptica en la vena afectada, que emite energía láser para calentar la pared venosa, provocando su contracción y cierre. Con el tiempo, la vena se reabsorbe de forma natural, mejorando la circulación. El procedimiento dura unos 30 minutos.
¿Qué venas pueden tratarse? Safena interna (safena mayor): recorre la pierna desde el tobillo hasta la ingle.
Safena externa (safena menor): situada en la parte posterior de la pierna.
Venas perforantes insuficientes: conectan el sistema venoso superficial con el profundo.
No requiere incisiones ni suturas, la recuperación es inmediata y sin baja laboral y tiene una alta efectividad, con tasas de éxito superiores al 98%. El procedimiento es ambulatorio, el paciente sale andando el mismo día, con media elástica.
Tras el tratamiento, se recomienda usar medias de compresión durante dos semanas y caminar a diario para favorecer la circulación. Las complicaciones son mínimas —puede aparecer algún hematoma leve— y desaparecen en pocos días.
“El endoláser permite tratar las venas safenas sin cirugía, con excelentes resultados funcionales y estéticos”, explica la Dra. Laura Juárez, cirujana vascular de Clínica Menorca, quien subraya que “es fundamental que el diagnóstico y la técnica los realicen especialistas en Angiología y Cirugía Vascular”.
ADHESIVO MÉDICO: la técnica más innovadora y cómoda
Esta técnica mínimamente invasiva introduce en la vena enferma un adhesivo médico —usado desde hace más de 50 años para cerrar aneurismas— que sella y esclerosa la variz, provocando su desaparición. Se realiza sin anestesia ni medias de compresión, incluso en verano, y el tiempo de recuperación es mínimo. El procedimiento dura unos 20 minutos y el paciente puede incorporarse a su vida normal ese mismo día.
Cuando se eliminan las venas enfermas, la circulación se redirige hacia las venas sanas, tanto del sistema superficial como del profundo. De este modo, se descongestiona la pierna, mejora el retorno venoso y desaparecen las molestias circulatorias previas.
Durante los días posteriores al tratamiento pueden aparecer picores, calambres o leve inflamación, síntomas normales que remiten pronto. Se recomienda caminar para activar la circulación y reposar con las piernas en alto.
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