Nuestro cuerpo tiene aproximadamente 4 millones de glándulas sudoríparas que pueden ser de dos tipos: las ecrinas son las responsables de la sudoración para regular la temperatura física y están repartidas por la mayoría de la superficie corporal, mientras que las apocrinas son las glándulas encargadas del olor del sudor genital. Estas últimas también están presentes en las ingles y las axilas.
El sudor es un mecanismo natural de defensa que tiene el organismo para bajar su temperatura. Sin embargo, la hiperhidrosis es una anomalía que provoca un exceso de sudoración que puede ser muy molesto y darse en distintas zonas, como axilas, manos, pies, glúteos o pubis.
Cuando hay sudor vaginal excesivo, se conoce como hiperhidrosis genital, que puede aumentar con la llegada del verano. Esta afección suele tener un componente genético, aunque también se puede dar por estrés, ansiedad, desórdenes hormonales o emocionales.
En el mal olor del sudor influye su composición, ya que en esta área hay más presencia de lípidos, que son degradados por las bacterias en la piel.
¿Cómo afecta la hiperhidrosis vaginal?
Lo primero de todo, la hiperhidrosis genital puede influir en la autoestima, ya que la persona que la sufra puede sentirse incómoda y afectarle a su ámbito personal, profesional y sexual.
Pero más allá de sus efectos emocionales, la hiperhidrosis en la zona genital puede favorecer la aparición de infecciones por bacterias o por hongos, que se propagan por la humedad.
Además, el sudor en las zonas con vello crea un microambiente húmedo donde es más fácil la proliferación de microorganismos nocivos para la salud.
¿Cómo mejorar la hiperhidrosis vaginal?
Si la sudoración es excesiva y afecta al desarrollo de la vida diaria, se recomienda ir al médico. Sin embargo, hay hábitos cotidianos que pueden mejorar la situación:Beber suficiente agua para que el cuerpo pueda regular mejor su temperatura.
Hacer ejercicio físico de manera habitual también contribuye al correcto funcionamiento del mecanismo de termorregulación corporal.
Practicar actividades relajantes para controlar las emociones.
Reducir el consumo de grasas saturadas para disminuir la expulsión de lípidos por las glándulas apocrinas.
Vestir con tejidos de fibras naturales (lino o algodón), que sean transpirables.
No usar ropa demasiado ajustada, para permitir la ventilación.
Cambiar de postura a menudo y no cruzar las piernas para evitar la sudoración de la zona V.
No usar salva-slips o compresas a diario puesto que, aunque eviten mojar la ropa, retienen la humedad.
Llevar una correcta higiene corporal, duchándose una vez al día para ayudar a regular la temperatura corporal.
A su vez, es muy importante tener una buena higiene íntima con productos específicos para cuidar el microbioma vaginal. Con la llegada de la época estival, conviene llevar un paquete de toallitas íntimas en el bolso.
Estas toallitas te ayudarán a mantener limpia tu zona genital en cualquier momento y lugar. En concreto, las toallitas de higiene íntima Chilly colaboran a mantener el equilibrio tanto de tu pH como de tu flora vaginal, evitando infecciones. Además, destacan por sus propiedades refrescantes y su fórmula con molécula Anti-Odor, que neutraliza la formación de malos olores gracias a su acción antibacteriana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario