La grasa es un componente que cumple distintas funciones en el organismo, tan importantes como: protección de los órganos vitales, amortiguación de las articulaciones, mantenimiento de la temperatura corporal, almacenamiento de vitaminas y nutrientes o reserva de energía.
Sin embargo, además de cumplir su cometido, cuando la acumulación de grasa es superior a la necesaria, puede suponer un problema de salud y es recomendable combatirla. Para ello, conviene conocer qué tipo de tejido adiposo hemos de tratar.
Dicho tejido puede clasificarse según su localización o su función, ya que tiende a acumularse en varias zonas y de formas diferentes. Así pues, existen 6 tipos de grasa corporal dependiendo de la parte del cuerpo en la que se encuentre, la grasa tiene unas características particulares.
Grasa dura o grasa visceral: se encuentra en la zona del abdomen y es muy resistente porque se encarga de proteger los órganos vitales. En exceso puede aumentar el riesgo cardiovascular y es necesario recurrir a dietas para reducirla.
Grasa blanda o grasa subcutánea: se sitúa por debajo de la piel, en un área más extensa y superficial. Es menos peligrosa y más fácil de eliminar con tratamientos cosméticos o médico-estéticos.
Grasa intermuscular: es menos común y se acumula entre las fibras musculares para protegerlas.
Otra clasificación es según la función que tenga la grasa en el organismo puede tener distintas acciones.
Grasa parda: juega un papel importante en los primeros años de vida controlando la temperatura.
Grasa blanca: se trata del depósito de energía por excelencia del cuerpo humano. Para quemarla hay que aumentar el gasto calórico con ejercicio.
Grasa beige: es una grasa a medio camino entre la grasa blanca y la grasa parda, ya que proviene de células de la blanca, pero actúa como parda.
En definitiva, los tipos de grasa que más se pueden reducir son, principalmente, la grasa subcutánea y la grasa blanca (localizadas en abdomen, cartucheras, piernas y glúteos). Y, para conseguirlo, hay que practicar deporte, hacer dieta y utilizar tratamientos específicos, como los de Somatoline Cosmetic.
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