Existen factores sobre todo en verano como el cloro, calor, que dañan la cutícula de nuestro cabello, abriéndola. Cuando tenemos el pelo teñido, esto se traduce en que los pigmentos se van a ir escapando y, con ello, el cabello se secará y se terminará apagando. Entonces, ¿Cómo podemos evitarlo?
En Frank Provost son expertos en cuidado del cabello y nos recomiendan su Gama Color, la rutina profesional y natural más completa con la que lograremos que, los reflejos que solemos hacernos al volver a la rutina, para iluminar nuestro rostro, no se oxiden en apenas unas semanas.
Y es que, según explica el equipo de expertos de la marca: “El cabello teñido requiere una atención especial para preservar el brillo y los reflejos de color. Además de ello, necesita protección contra las agresiones externas que puedan dañar la durabilidad del color”, por eso debemos apostar por su Gama Color, compuesta por un champú y un tratamiento de color que prolongan la luminosidad del cabello teñido o con mechas, ayudándonos a protegerlo de las agresiones externas.
Este tratamiento está compuesto por dos ingredientes esenciales a la hora de cuidar y reparar el cabello. Por un lado, la Vitamina C es rica en antioxidantes, estabiliza los pigmentos del color para mantenerlos más tiempo en el corazón de la fibra, e impide que el cabello se seque, debilite, se vuelva quebradizo y retenga peor el color. Por otro lado, el extracto de neroli hidrata, nutre y protege el cabello, prolongando la luminosidad del color.
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